sábado, 1 de mayo de 2010


ALGUNAS IDEAS PARA PLANIFICAR PROYECTOS DE ENSEÑANZA SOBRE COMUNIDADES ORIGINARIAS

Las necesidades de la clase dirigente argentina de fines de siglo XIX de argentinizar a este conjunto de provincias que habían atravesado tantos conflictos internos, cargados de profunda violencia, disputando modelos de un país posible y poder político y económico, condujo a un proyecto pedagógico de pretensiones estáticas, moralistas, higienistas, nacionalistas. La educación como política pública prioritaria y fundante paradójicamente creció estigmatizando y discriminando en su obsesivo afán de homogeneizar. La inmigración europea fue interpelada en esas escuelas públicas homogeneizantes, no así otros sectores. Los verdaderos dueños de las tierras recibieron un lugar de exclusión y discriminación en la historia escolarizada. Fueron relegados al rol de salvajes que obstaculizaron el progreso, neutralizados en la efeméride festiva del descubrimiento de tierras supuestamente necesitadas de cultura y religión cristiana.
Retomar la enseñaza de la historia de las comunidades originarias de América y de Argentina en la escuela primaria es de alguna manera reivindicar a las víctimas de las conquistas del Reino de España y del Estado Nacional. Es un ejercicio pedagógico de memoria histórica, aunque no queda allí. Es preguntarnos también por nuestra identidad. Por ejemplo, por nuestro particular idioma castellano tan plagado de palabras del italiano como del quechua. Preguntas profundas sobre la identidad que pocas veces aparecen en los actuales festejos relativos al Bicentenario de la Revolución de Mayo.
Estudiar las comunidades originarias es asombrarnos con modos de vida, de organización comunitaria, familiar y política diferentes a las nuestras. Es preguntarnos qué queda de esas costumbres y qué se modificó. Es conocer la paupérrima calidad de vida de estos pueblos en la actualidad, con la continuidad de sus derechos vulnerados en situaciones de pobreza.
Al decidir planificar un proyecto relativo a comunidades originarias es importante tener en cuenta varias cuestiones.
Es sabido que algunas escuelas cuentan con recorridos didácticos organizados y cada grado cuenta con su proyecto áulico articulado con los proyectos de años anteriores y siguientes. Otras no poseen instancias de supervisión detalladas de estas articulaciones de contenidos. Esto último no debería ser motivo de desánimo a la hora de imaginar y planificar un proyecto sobre comunidades originarias. La flexibilidad también puede ser sinónimo de oportunidades y márgenes amplios de indagación, experimentación e innovación.
Así mismo, se invita a la lectura de los Cuadernos para el aula basados en los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) y elaborados por el Consejo Federal de Cultura y Educación. Son propuestas historiográficamente sólidas que estimulan la creatividad hacia el trabajo autónomo con el diseño curricular de la jurisdicción y al diseño de proyectos áulicos e incluso institucionales referidos a las comunidades originarias.
Será de vital importancia conocer qué saben y qué piensan nuestros alumnos. El relevamiento de ideas previas permitirá conocer sus conceptualizaciones y, en caso de existir, prejuicios ideológicos hacia algunas comunidades originarias. Por ejemplo, muchas veces los niños disocian el encantamiento que les provocan las imágenes fotográficas del Cuzco, Machu Pichu y las terrazas de cultivo del Imperio Inca de la comunidad boliviana cercana a su barrio, llamando a sus integrantes bolitas. En un caso similar, se convertirá también en un desafío pedagógico promover la otredad y el reconocimiento de la igualdad.
Todo lo antedicho refiere al proceso de diagnóstico del grupo, las averiguaciones sobre qué saben y qué piensan. Sin embargo, esto aún será insuficiente para pensar el armado del proyecto y la elección de qué comunidad o comunidades originarias darán cuenta de los contenidos curriculares.
Existen recursos didácticos de pertinencia ineludibles para tomar esta decisión relacionados a la disponibilidad de los recursos culturales. Una vez realizado el estado del arte, será el momento oportuno para comenzar a pensar un proyecto coherente con las políticas curriculares y una secuencia didáctica que incorpore a estos elementos significativamente.
Bibliografía
Algunos libros de texto realizan un excelente tratamiento proponiendo además de sólidos textos informativos, lectura de mapas e imágenes y en algunos casos también aparecen fragmentos de documentación histórica. A pesar de ello es posible que resulten insuficientes para un proyecto de profundización y se presentará la necesidad de incorporar nuevos recursos.
Diferentes editoriales han elaborado colecciones acerca de las comunidades originarias de América. Si bien en muchos casos aparece información histórica, la mayoría de las propuestas son literarias centrándose en las leyendas. La articulación con el área de Prácticas del Lenguaje será enriquecedora.
Se recomiendan algunas colecciones, entre ellas:
Gente Americana de AZ Editora. Sus autores son Palermo y De Hoyos. Son textos dirigidos a niños, elaborados con información histórica e ilustraciones fundamentadas.
Cuentamérica de Sudamericana. Su autor y recopilador es Miguel Ángel Palermo.
Leyendas, mitos, cuentos y otros relatos de Longseller. Compilado por Fernando Córdova.
Imágenes
Las fotografías del presente – las de viajes personales, como otras de accesibilidad en Internet – ayudan a imaginar el pasado a través de la observación de la geografía y las ruinas de las construcciones. Por ejemplo si la decisión es abordar los pueblos guaraníes, el análisis de fotografías de un viaje a las ruinas de San Ignacio serán de utilidad para lograr un acercamiento al objeto estudiado. Para los niños el pasado es desconocido, confuso y el tiempo es una noción compleja. Las modificaciones que ocurren en las sociedades, las continuidades y rupturas que acontecen en las mismas en el desarrollo histórico son los grandes desafíos del eje “Las sociedades a través del tiempo” de los NAP. Son procesos en construcción que no quedarán saldados en nuestro proyecto áulico. La labor docente aportará herramientas fundantes para la construcción conceptual.
En el pasado que pretendemos estudiar no había películas, aunque en la actualidad contamos con mucha documentación y recreación ficcional audiovisual sobre el pasado. Generalmente estos materiales no están diseñados teniendo como destinatarios al público infantil. Algunos fragmentos a veces suelen bastar para acompañar una explicación que se presente como demasiado abstracta y lejana a sus oportunidades cognitivas.
Museos
Un recurso muchas veces desaprovechado son los Museos y su patrimonio. En esta propuesta de capacitación serán aliados fundamentales.
Para las escuelas de Ciudad de Buenos Aires y el conurbano es interesante saber que el Museo Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letras de a UBA – ubicado en el casco histórico de la ciudad - cuenta con un maravilloso patrimonio presentado en tres salas relacionadas a este tipo de contenidos escolares y con propuestas de talleres didácticos para realizar en las visitas. Las salas son: “Más allá de la frontera” (para estudiar mapuches y tehuelches),
“En el confín del mundo” (yámanas y selknam) y “De la Puna al Chaco. Una historia precolombina” (culturas norteñas previas a la dominación incaica).
Otros museos cuentan con exposiciones periódicas, aunque no siempre están pensadas también para el público escolar.
Otras
Existen también algunas propuestas originadas desde las artes escénicas que posibilitarán, desde disciplinas como el teatro y la música, el acercamiento a información histórica o cultural.

Imagen: fotografías de la sala “En el confín del mundo”, del Museo Etnográfico.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Carlita! sOY LITAL Y ME ENCANTÓ TU BLOG. cREO QUE ES UN ESPACIO MUY RICO EN MATERIAL Y ES UN FIEL REFLEJO DE TU PERSONA. O RECOMIENDO.
SEGUÍ SUMANDO proyectos! Mucha suerte y contá conmigo.

Carla Valicenti dijo...

Qué bueno que te gustó! Nos contamos mutuamente...hay equipo!!!!
Besos